Llego mi navidad

La navidad es pasado, es presente y también es futuro.

Hoy la Virgen María me ha entregado a su hijo amado, sonriente de estar aquí conmigo y de compartir esta paz y tranquilidad que reina en su corazón.

Cada despertar lo siento como una nueva navidad; renazco, tengo de nuevo la oportunidad para evolucionar, aprender y disfrutar de esta vida llena de enseñanzas. Aprendo que un año se resume en un día, una hora y un minuto y por esto trato de vivir el instante presente. No me preocupa que va a pasar mañana; me inspira la certeza que existiendo en resonancia con la voluntad de Dios, mi próximo segundo va a ser mejor.

Mi padre el día de su muerte me enseño que no hay futuro más lejano que el que sigue, que no hay que pensar en mañana porque si vivo bien, dando mi máximo esfuerzo en cada suspiro, este será mejor. Él vivió maravillosamente dentro de lo que sabía y había aprendido a lo largo de su camino por esta tierra y por eso el Gran Espíritu le concedió su deseo, que fue trascender en paz y sin sufrimiento. Dios lo miró con los ojos de su amor y lo premió dándole lo que tanto le imploraba. Su partida nos ha dejado como familia una enseñanza maravillosa: VIVIR EN EL AQUÍ Y EL AHORA, en la satisfacción de SER QUIEN SOY.

Navidad es mi realidad actual, este instante, es aquí y ahora y YO VIVO FELIZ MI ETERNO RENACER.

En memoria tuya, Luciano Castrillón Velasquez.