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Sigo procrastinando

He venido hablando acerca de la procrastinación y tengo tres temas en los que aún continúo haciéndolo.


La primera es la necesidad que siento de bajar de peso pero sigo postergando. En un anterior escrito me referí a este tema, les contaba acerca de mi historia con la comida y como ha marcado mi vida. Siento que no lo hago porque tengo demasiadas ideas mentales que me llevan a seguir comiendo sin necesidad, no por hambre sino que me dejo llevar por la frustración y por las mismas emociones del momento. Además, no saco tiempo suficiente para hacer ejercicio y comiendo las cantidades que estoy acostumbrada no promueve que mi peso baje. La idea de bajar de peso la tengo más porque para mi constitución física e índice de masa corporal estoy en sobrepeso y siento que mi misión es promover la salud y el bienestar; esto me hace sentir que soy un mal testimonio para los seres que se acercan a mi y que en algún momento necesitan de mi apoyo en sus procesos personales. Sé que tengo demasiadas ideas acerca de esto y muy personales por cierto, que me llevan a tener una lucha interna y puedo evidenciar que son las mismas que no me dejan avanzar.


El segundo es la escritura: hace más o menos un año venía con la idea de abrir este blog y siento que lo que escribo no es de interés para otras personas, que no soy buena escribiendo y al final de cuentas creo que ni siquiera sé hacerlo. Cuando despierto me digo a mí misma que es un proceso, que van a llegar personas que se conecten con mis escritos y además, que generando estos escritos cortos me estoy dando la oportunidad de aprender acerca de redacción, signos de puntuación, coherencia, cohesión, etc. Va pasando el día y postergó hasta el punto de que al terminarlo no he escrito nada. De nuevo vienen a mi memoria todas mis inseguridades y creería yo que se evidencia mi falta de autoestima y valoración personal. Es claro que si no lo hago, nunca voy aprender y esa sola debería ser la motivación para continuar.


La tercera cosa que quiero mencionar es la necesidad de generar un horario diario y cumplirlo teniendo claro que pueden surgir inconvenientes. Durante mi vida lo he hecho, lo tengo en el celular, escrito, en mi cabeza y no los cumplo; escribo mis pendientes en los temas que me interesan, que me hacen feliz y cuando reviso mis notas no hago ni el diez por ciento.


Definitivamente es evidente para mí que procrastinar es un asunto emocional; es mi cháchara mental, son las excusas que me llevan a postergar y esto se da por la falta de confianza en mí misma y el poco valor que le doy a las cosas que hago, sobre todo a aquellas que me hacen feliz y me van a llevar a cumplir mis metas y mis objetivos. Nadie puede generar los cambios en mi vida, no pueden ser saludables por mí, no pueden escribir mi libro por mí, no pueden organizar el día por mí y lo peor de todo es que si alguien lo hace por mí no voy a sentir la alegría de los objetivos cumplidos.


El mejor día es hoy y básicamente escribo esto porque me he dado cuenta que hacerlo es una especie de terapia y que me impulsa a dar los primeros pasos para caminar por el sendero correcto. Así que voy actuar para que todos mis sueños se hagan realidad.


¿Qué asuntos en tu vida estás procrastinando?


AUTOR: María Vélez Córdoba (creación sana)


 
 
 

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