Trabajo con propósito
- Lina Marcela Castrillón Agudelo
- 16 feb 2021
- 1 Min. de lectura
Mis palabras diarias se han convertido en un medio para un fin. Quiero publicar un libro y leí que se debe comenzar realizando escritos cortos con coherencia y cohesión, utilizando bien los signos de puntuación, las normas de acentuación, entre muchas otras cosas. No ha sido nada fácil ya que me he dado cuenta que escribo como hablo y a decir verdad, me enredo. Pobrecitos los que me escuchan hablar porque aparte de ser demasiado, no se entiende, no se desarrolla una idea y por lo general no la concreto. Lo mismo me está pasando al escribir: repito vocablos, puntuó mal, ni siquiera yo misma sé si ya pude dar a entender lo que deseo transmitir.
Tengo un programa para corregir errores en el texto pero no lo modifica, sólo sugiere y me obliga a pensar; mi hija Manuela me ayuda a revisar y me corrige. Leo, vuelvo a leer y cuando siento que está bien, todavía tiene equivocaciones. Vengo haciendo este ejercicio hace varios días y no avanzo en nada, continuó cayendo en lo mismo, sintiéndome afligida y frustrada. Hoy he tenido todo el día triste, de hecho casi no me decido a escribir.
De verdad quiero aprender a desarrollar mi transformación personal. Vienen a mi mente una frase que le he escuchado a varias personas: “loro viejo no aprende hablar” y me niego aceptar esto. Estoy dispuesta a crecer mi blog, a ser una maestra Reiki excepcional, coach de calidad y esforzarme lo que sea necesario para lograrlo. Además de escribir libros con renombre a nivel mundial. HECHO ESTÁ.

Aleja muchas gracias por la motivación que me brindas, personas como tú me ayudan cada día a perseverar y dar lo mejor 💜
Lina, ánimo que el camino no es fácil pero de él se aprende. Me hace feliz y espero con ansias tus libros. Creo en ti :)